
Luis Manuel Reyes
NUEVA YORK.-El Comité Federal del Frente Amplio en Estados Unidos acusó al gobierno de convertir el recién creado Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX) “en una costosa plataforma clientelar para promover la reelección” del presidente Danilo Medina.
Al propio tiempo, la entidad opositora denunció que el consulado dominicano en Nueva York es “el principal nicho de corrupción y de clientelismo político” en esta ciudad donde, “según el propio listado oficial, hay más de 92 vicecónsules y funcionarios cuya mayoría son botellas que cobran sin trabajar”.
Tras proclamar que el INDEX “nació gravemente enfermo con el virus de la reelección”, Luis Manuel Reyes, dirigente del Frente Amplio y candidato a diputado de ultramar, sostuvo que el acto de lanzamiento de la institución estatal dominicana se parecía “más a un encuentro interno reeleccionista del PLD que a un evento para anunciar la creación de una institución que se supone debe representar a todos los dominicanos y dominicanas y no sólo a los militantes del oficialismo”.
Reyes señaló que los exponentes en el acto fueron insistentes en realzar la creación del INDEX “como obra de Danilo Medina y asociar el éxito de la institución a la continuidad en el poder del actual presidente”.
Manifestó que Medina, a quien cuestiona por no haber tomado medidas a favor de los migrantes dominicanos, apareció de repente con un decreto creando el INDEX en un año electoral pretendiendo influir en el votante de la diáspora que ampliamente rechaza al oficialismo por los abusos que contra la comunidad cometen los funcionarios y por la desastrosa gestión política del peledeísmo.
“Para colmo- acotó Luis Manuel Reyes- el gobierno, subrepticiamente y sin consultar ni darle participación a gente que trabaja en nuestra comunidad y conocen la problemática que nos afecta, estableció la directiva del INDEX con funcionarios que no sólo promueven prácticas corruptas como el clientelismo político, sino que timan y engañan a los dominicanos cuando necesitamos los servicios gubernamentales”.
Puso como ejemplo al cónsul Eduardo Selman, de quien dice preside “el principal nicho de corrupción y de clientelismo político en Nueva York’.
“Como creerle a un representante consular que, sin estar facultado para autenticar documentos y aprovechando la falta de información del ciudadano común, le cobra a un dominicano 90 dólares para legalizar un documento cuyo costo real es 9 dólares en la oficina de un Clerk de la ciudad, quien es el funcionario realmente autorizado para legalizar documentos”, indica el dirigente opositor.
Criticó lo que califica de “práctica malsana que hace perder dinero y tiempo a nuestra gente que tiene que ir dos días al consulado para un asunto que se resuelve en 15 minutos en una oficina de la ciudad de Nueva York”.
“Nadie puede esperar que nos defienda un Cónsul que aumentó a 135 dólares el pasaporte dominicano (imponiendo un carnet innecesario) y que nos cobra altas tarifas en los servicios consulares para recaudar fondos que, además de no ser transparentados, son utilizados para pagar una nominilla extra de allegados y periodistas alabarderos del oficialismo”.
Luis Reyes criticó también al canciller Andrés Navarro por no referirse siquiera a estas prácticas injustas cuya abolición es por donde debe empezar toda institución que pretenda detener los abusos oficialistas a que están sometidos los dominicanos y dominicanas residentes en el exterior.
“Fue tan evidente la actitud meramente proselitista del señor Navarro, que irrespetó a los medios de prensa y abandonó el lugar sin responder las preguntas de los periodistas”, enfatizó el dirigente de izquierda.
Reyes finalizó advirtiendo que de seguir ese camino, el INDEX se convertirá en un costoso aparato burocrático que servirá para darle empleos a los peledeístas, para distribuir entre ellos cualquier medida administrativa que favorezca a la diáspora y para comprar con dadivas a supuestas figuras.
Asimismo, para promover el clientelismo y la corrupción política, pero “será inservible para resolver los problemas que afrentan los dominicanos en el exterior y, de paso, el país tampoco se beneficiara del aporte real que la diáspora puede hacerle al país en materia de desarrollo productivo, académico e intelectual”.